PROFESORA

MARIA JESUS ABAD TEJERINA

sábado, 5 de octubre de 2013

CLASES 2º SEMANA SESIONES 3 Y 4

JUEVES 10:
DESARROLLO DE TRES PROYECTOS DIFERENTES PARA REALIZAR UNA EXPOSCION PROMOCIONAL DEL CES FELIPE II
He encontrado un documento que esta bastante bien organizado:
http://www.articaonline.com/2012/05/guia-basica-para-la-presentacion-de-un-proyecto-artistico/
y descargais el doc GUIA BASICA PARA LA PRESENTACION DE PROYECTOS
tambien podeis oriertaros viendo otros proyectos que hayan sido seleccionados.
y por si entretanto se os ocurre algo personal
http://www.cultunet.com/es/recursos-culturales/residencia-artistica-en-berlin-para-realizarun-proyecto-expositivopictoplasma-alemania
Haremos 3 procetos para presentar en una Galeria de Arte

VIERNES 11:
CLASE TALLER DEBATE: ¿Quien es un artista? ¿Quien dice que un artista 
 es un artista? ¿Que es ser artista?

Artista

de la wiki

La modelo del artista, obra de Luis Álvarez Catalá.
El artista es la persona que hace o produce obras de arte. Lo que se entiende por artista proviene de la familia léxica de la palabra arte.
Dado el cambiante significado de la noción arte, el término artista sólo puede definirse o estudiarse desde un punto de vista histórico. El mismo depende de las ideas estéticas de cada época.
Son artistas por ello: los pintores de las de Altamira, los antiguos dibujantes chinos músicos, los escultores y los arquitectos griegos, los artesanos medievales, los grabadores del Renacimiento, los pintores del Barroco, los vanguardistas del siglo XX, los creadores de instalaciones actuales, los dibujantes de cómics o historietas y los pintores contemporáneos, entre muchos otros.
En el artista casi supone una disposición especialmente sensible frente al mundo que lo rodea, lo que lo lleva a producir obras de arte. El artista es un individuo que ha desarrollado tanto su creatividad como la capacidad de comunicar lo sentido, mediante el buen uso del talento como de la técnica (la palabra arte deriva del griego τέχνη (téchne)).
Se llama artista a aquella persona que es capaz, mediante el arte, de evocar sentimientos en aquellos que contemplan su obra.



ver:
Desde otras artes. Se trata de establecer el paralelismo.
http://www.youtube.com/watch?v=5lcl0i9igUg
http://www.youtube.com/watch?v=9yoRS7Q5v2k
¿esto es arte?
http://www.youtube.com/watch?v=AuNVcK3v5ms
artistas:
http://www.youtube.com/watch?v=38pdYSadrQk
http://www.youtube.com/watch?v=PDBtnSNbB1g
http://www.youtube.com/watch?v=4dJoZrzuYNI
http://www.youtube.com/watch?v=cRm0zE6y-Jg
http://www.youtube.com/watch?v=_tahAtAf7hk
http://www.youtube.com/watch?v=JFSiToECLIk
http://www.youtube.com/watch?v=AMmHjqjIKro
 

Albert Camus: “Conferencia del 14 de diciembre de 1957″.-

Albert Camus: “Conferencia del 14 de diciembre de 1957″ ( Extractos):

 
Esta conferencia, con el título de “El artista y su tiempo”, se dio en el gran anfiteatro de la Universidad de Upsala.-
Albert Camus. 1913 /1960.  
Premio Nobel de Literatura 1957.-
Hoy, todo artista está embarcado en la galera de su tiempo. Y debe resignarse a ello, aun cuando le parezca que esta galera huele a arenque, que los cómitres son verdaderamente demasidos y que, por añadiduría, se está doblando mal el cabo. Nos hallamos en alta mar. El artsista, como los otros, tiene que remar a su vez sin morir; es decir, debe continuar viviendo y creando. A decir verdad, no es cosa fácil y comprendo que los artistas añoren su antiguo bienestar. El cambio es un tanto brutal. Cierto es que siempre hubo en el circo de la historia mártires y leones. Los primeros se sustentaban con consuelos eternos; los segundos, de alimento histórico bien sangrante. Pero hasta ahora el artista ocupaba un lugar en las gradas. Cantaba por cantar, para sí mismo o, en el mejor de los casos, para alentar al mártir y distraer un poco al león de su apetito. Ahora, en cambio, el artista se encuentra en la propia arena; su voz, su fuerza, ya no es la misma. Es mucho menos segura…
El hecho de que el artista ponga en tela de juicio el arte tiene muchas razones, de las que sólo bastará señalar las más importantes. En el mejor de los casos, ese enjuiciamiento se explica por la impresión que puede tener el artista contemporáneo de mentir o de hablar por hablar… En efecto, lo que caracteriza  a esta época es la irrupción de las masas y de su condición miserable,  frente a la sensibilidad contemporánea. Ahora sabemos que existe…  siendo así que se tenía tendencia a olvidarlas. Y si lo sabemos, no es porque las élites, artísticas o de otra índole, se hayan hecho mejores; no, tranquilicémonos. Es que las masas se hicieron más fuertes e impiden que se las ignore… Hay aún otras razones, y algunas menos nobles, de esta misión del artista. Pero cualesquiera sean estas razones, todas ellas concurren en el mismo fin: desalentar la creación libre, atacando su principio esencial, que es la fe del creador en sí mismo. “La obediencia de un hombre a su propio genio- dijo magníficamente Emerson- es la fe por la excelencia”. Y otro escritor norteamericano del siglo XIX agregaba: “Mientras un hombre permanece fiel a sí mismo, todo abunda en su sentido, gobierno, sociedad, el mismo sol, la luna y las estrellas”.
 En la mayor parte de los casos, el artista se averguenza de sí mismo y de sus privilegios, si los tiene. Debe responder ante todo a la pregunta que él mismo se formula: ¿Es el arte un lujo mentiroso?.
La primera respuesta honesta que pueda darse es ésta: ocurre, en efecto, que el arte es un lujo mentiroso. En la toldilla de las galeras simepre y en todas partes se puede , lo sabemos, cantar a alas estrellas mientras los forzados reman y se agotan en la cala; siempre puede registrarse la conversación mundana que se mantiene en las gradas del circo, mientras la víctima queda destrozada entre los dientes del león. Y es muy difícil objetar algo a ese arte que conoció grandes éxitos en el pasado. Sólo que las cosas cambiaron un poco; sobre todo, el número de galeotes y de mártires aumentó prodigiosamente en la superficie del globo. Frente a tanta miseria, ese arte, si pretende continuar siendo un lujo, debe aceptar hoy ser también una mentira. La mentira del arte por el arte fingía ignorar el mal y asumía sí la responsabilidad de él; pero al mentira realista, si asume con coraje la responsabilidad de reconocer la desdicha presente de los hombres, traiciona asimismo gravemente esa desdicha presente de los hombres, al utilizarla para exaltar una felicidad futura de la que nadie sabe nada y que, por lo tanto, autoriza todos los engaños.
¿Hay que llegar pues, a la conclusión de que esta mentira es la esencia misma del arte?. Yo diría, en cambio, que las actitudes de las que hablé no son mentira, sino en al medida en que no tienen gran cosa que ver con el arte. ¿Qué es, pues, el arte?. Cosa nada sencilla, eso es seguro. Y resulta aún más difícil comprenderlo en medio de los gritos de tanta gente desdichada con encarnizamiento a simplificarlo todo.
Por una parte se quiere que el genio sea espléndido y solitario; por otra, se le impone que sea semejante a todos. ¡Ay la realidad es más compleja!. Y Balzac lo hizo sentoir en una frase: “El genio se parece a todo el mundo y nada se parece a él”. Y esto cabe afirmar del arte, que no es nada sin la realidad, y sin el cual la realidad es poca cosa. El arte, en cierto sentido, es una rebelión contra el mundo en lo que éste tiene de fugitivo y de inacabado: no se propone, pues, sino dar otra forma a una realidad que sin embargo él está obligado a conservar, porque ella es la fuente de su emoción. En este sentido, todos somos realistas y nadie lo es. El arte no es ni  el repudio total de lo existe, ni la aceptación total de lo que existe. Es al mismo tiempo repudio y aceptación. Y por eso no puede ser sino un desgarramiento perpetuamente renovado. El artista se encuentra siempre en esta ambigüedad, incapaz de negar lo real y sin embargo eternamente desdichado a discutirlo en que lo real tiene de eternamente inacabado. Para hacer una naturaleza muerta es menester que se enfrenten y se corrijan recíprocamente un pintor y una manzana. Y si las formas no son nada sin la luz del mundo, ellas  a su vez agregan algo a esa luz. El universo real que por su esplendor, suscita los cuerpos y las estatuas recibe de ellos al mismo tiempo una segunda luz, que fija la del cielo… No se trata, pues, de saber si el arte debe huir de los real o someterse a lo real , sino tan sólo de saber qué dosis exacta de lo real debe conservar la obra para no desaparecer en las nubes o, por otra parte, arrastrase con plantillas de plomo. La obra más elevada será siempre la que equilibre lo real y el repudio que el hombre opone  a la realidad…
Evidentemente el valor más calumniado hoy día es el valor de libertad…  Se trata de saber que sin la libertad no realizaremos nada. Y que a la vez perderemos la justicia futura y la belleza antigua. Unicamente la libertad saca a los hombres del aislamiento. La servidumbre se cierne sólo sobre una multitud de soledades. (…) Mi conclusión será sencilla. Consistirá en decir, aun en medio del estrépito y del furor de nuestra historia: ‘Alegrémonos’. Alegrémonos, en efecto, por haber visto morir una Europa mentirosa y cómoda. Y por encontrarnos frente a crueles verdades. Alegrémonos en nuestra condición de hombres, puesto que un prolongado engaño se ha desmoronado y ahora vemos claro lo que nos amenaza. Y alegrémonos en nuestra condición de artistas arrancados al sueño y a la sordera, mantenidos por fuerza frente a la miseria, las prisiones, la sangre…
“Todo muro es una puerta”, dijo con razón Emerson. No busquemos la puerta y la salida sino en  el muro contra el cual vivimos. Busquemos el paso donde éste se encuentra, quiero decir, en el centro mismo de la batalla… Se ha dicho que las grandes ideas vienen al mundo en patas de paloma. Si aguzamos el oído, acaso oigamos entonces, en medio del estrépito de los imperios y de las naciones, como un débil aleteo, el suave bullicio de la vida y de la esperanza. Unos dirán que esta esperanza está alimentada por un pueblo; otros, por un hombre. Yo creo, en cambio, que está suscitada, reanimada y alimentada por millones de solitarios, cuyas acciones y obras niegan cada día las fronteras y las más groseras apariencias de la historia para hacer resplandecer fugazmente la vredad, siempre amenazada, que cada cual, con sus sufrimientos  y sus goces, eleva para todos.
La meta del arte no es legislar ni reinar, sino que es, ante todo, comprender. Por eso el artista, al término de su camino, absuelve en lugar de condenar. No es juez, sino justificador, es el abogado permanente de la critaura viva, porque ella está viva. Aboga en verdad por amor al prójimo, no por ese amor de lo remoto que degrada al humanismo contemporáneo en catecismo de tribunal. En cambio, la gran obra termina por confundir a todos los jueces. Mediante ella, el artista rinde homenaje a la más elevada figura del hombre y al mismo tiempo se inclina ante el último de los criminales. “No hay uno solo- escribe Wilde en la prrisión- de los desdichados encerrados conmigo en este miserable lugar, que no se encuentre en relación simbólica con el secreto de la vida”. Sí, y ese secreto de la vida coincide con el arte…
Hay unas palabras de Gide que yo siempre aprobé: “El arte vive de coacción y muere de libertad”. Eso es cierto, pero no hay que concluir por ello que el arte deba ser dirigido. El arte no vive sino de las coacciones que él mismo se impone: muere por obra de los demás.
El arte más libre y el más sublevado será, pues, el más clásico. Coronará el mayor esfuerzo. Mientras una sociedad y sus artistas no consientan en realizar este prolongado y libre esfuerzo, mientras no se abandonen a la comodidad de los enfrentamientos o a la del conformismo, a los juegos del arte por el arte o a las prédicas del arte realista, permanecerán en el nihilismo y en la esterilidad. Decir esto equivale a decir que hoy el renacimiento depende de nuestro coraje y de nuestra voluntad de clarividencia.
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Fuente Original Post:
Camus, Albert. “El Revés y el Derecho”. Buenos Aires. Página 12/Losada. 2004.-


El artista habla del artista


Leer más: http://www.monografias.com/trabajos64/artista-habla-de-artista/artista-habla-de-artista.shtml#ixzz2gpsvyw4A

Balzac, uno de los grandes novelistas de todos los tiempos, cuyos temas abordados han causado y causan una profunda admiración tanto por su importancia como por su vigencia permite en su reflexión no sólo conocer el arte sino también al artista.
Balzac enfoca su reflexión en la Francia de su tiempo y su percepción crítica es dura y contundente. La sociedad tiene la mente puesta en otras cosas menos en el arte que para Balzac es una manifestación natural del ser humano; sin embargo, la población no lo asimila en su real dimensión, esa crítica a la sociedad despreocupada se da en la no valorización del arte como tal, por ende lo que se llamaría arte se convierte en un objeto vulgar.
La Francia de esa época vive a espaldas de ese elemento que vivifica y honra a los pueblos, por ende no pasa de ser un pueblo con características aún bárbaras, el espíritu vicioso del conformismo y pusilanimidad reducen toda forma de expresión, la producción artística simplemente no vale nada.
Toda manifestación artística no pasa mas allá de un simple bosquejo, la superficialidad de los comentarios denota crisis en la construcción de discursos que analicen a profundidad el acontecimiento estético, esta pérdida de sentido crítico lleva a la desvalorización de las obras como tal.
La moda es terrible, la gente se deja llevar por comentarios y llama arte a aquello que no a visto ni tocado nunca, esta falta de espíritu crítico es lo que en realidad hace daño a creatividad, la imposición de la moda en ese sentido es atroz.
Balzac critica la falta total de ese espíritu crítico, el poco rigor en el análisis empobrece tanto al arte como al artista. Se toma al arte como un objeto de lujo cuya presencia no perturba ni complace, simplemente es un objeto más. Esta falta de compromiso y entrega denota grandes falencias con respeto a la educación, Balzac esta convencido, el artista aún no ha llegado a realizar su tarea que es la de sensibilizar las conciencias.
En su análisis intenta encontrar razones del por qué de esas circunstancias; es un acontecimiento difícil de comprender que incluso puede tener su origen en el rápido paso del tiempo, las cosas llegan a cambiar muy rápidamente como la forma en que aparecieron, en el camino se desencadena tantas cosas que no hay lugar para la reflexión, sólo el consumo y el análisis superficial es admitido en ese mundo que ve con sorpresa cómo cambia todo de noche a la mañana.
Es un momento caótico en donde la representación tanto del arte como del artista van a formar parte de lo innecesario, se cuestiona tanto el momento como las circunstancias, un país cuyo valor de reconocimiento se plasma en las obras pero que al no ser tomadas en cuenta señala la profunda falencia por la que se está atravesando, la tradición cultural ha llevado a un punto de quiebre. Se ve que impera lo mundano y superficial, un pueblo donde el poder de desvalorización del arte es total, no tiene la capacidad de trascender y esa será también la preocupación de los artistas; el ser humano y su degradación irremediable.
La obra de arte es tomada como un objeto que carece totalmente de valor, pero ello señala una gran contradicción en el sentido que esa obra de arte desvalorizada por el propio individuo, del cual no se dice nada, es la que a fin y al cabo sustenta a una nación.
Balzac siente un profundo desaliento con respecto al lector que no está a la altura de su propia realidad, esta deficiencia lo convierte en un ser fácilmente maleable. El artista es llamado para cumplir su rol, su papel en la sociedad es de vital importancia, se pueden dar sucesivamente muchos acontecimientos negativos pero está en la integridad del artista la superación de estos, el reconocerse como tal lo lleva a enfrentarse a un sin número de batallas en las que está obligado a demostrar su entereza artística y moral. Balzac sabe y reconoce la importancia del artista, puede haber dictámenes de un gobierno dado, pero su rol en la sociedad transciende el tiempo y espacio, el artista no puede ser víctima del mundo ni de sí mismo, de su desempeño dependerá la configuración de toda una nación, en ese sentido el escritor francés señala que el artista no debe ni puede desvincularse del medio en que está, al contrario debe saber canalizar todo ese mundo complejo para comprender al propio ser humano, su compromiso es con la sociedad y  Balzac entiende muy bien este punto y si los problemas son propios de una sociedad se debe empezar por resolverlas, el graficar ese instante de vida inmortaliza al ser humano.
La independencia de este es necesaria, no se puede estar vinculado a lo contradictorio cuando se tiene intenciones de perdurar, el creador tiene un compromiso para con su sociedad, de su desenvolvimiento dependerán criterios favorables o contradictorios.
Pero en esta sociedad tan cambiante, donde todo ocurre vertiginosamente se cree que no hay necesidad del artista, que su lápiz o pincel simplemente están para distraer un momento cuando en realidad se está escribiendo la historia de toda una generación, ese desprecio se generaliza y extiende hasta tornarse una realidad, por eso para muchos el papel del artista es vana e insignificante. En ese universo múltiple y complejo el artista no puede dejarse llevar por la inmediatez, sabe que su papel es fundamental y Balzac lo cree aún más, dicho artista apela a un razonamiento lógico que va más allá que la simple preocupación de su cuerpo por eso el artista no puede pecar de ambicioso ni avaro, porque sus leyes escapan al valor convencional, su razón de ser se debe a un ideal.

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